Las flores Iris son plantas maravillosas de jardín. La palabra Iris significa arco iris.
Las podemos encontrar en colores como el azul y morado, blanco y amarillo, rosa y naranja, marrón y rojo, incluso negro.
Con cientos de variedades en varios colores y combinaciones diferentes, las Iris son populares y fáciles de cultivar. Estas también atraen mariposas y colibríes y crean flores encantadoras.
Tipos de Iris
Las Iris se clasifican en dos grandes grupos: las Iris con Rizoma y las Iris bulbosas. Dentro de esos grupos hay innumerables especies, variedades, cultivares e híbridos. Las más conocidas son las altas (de por lo menos 28 pulgadas).
Las Iris Rizoma son tallos engrosados que crecen horizontalmente, ya sea bajo tierra o en parte bajo tierra. Después de la plantación, las Iris Rizomas de iris producen hojas en forma de espada que se superponen, formando follaje verde. Tres lirios populares en este grupo son los lirios barbudos, imberbes y con cresta.
Las Iris bulbosas crecen de bulbos que requieren un período de latencia después de que han florecido. Las Iris bulbosas son más pequeñas que las Iris de Rizoma y por lo general producen flores más pequeñas.
Cultivo
Hay cientos de variedades de la Iris fáciles de cultivar que son muy populares. Sin embargo, debes tener cuidado, ya que se propagan rápidamente y pueden superar otras flores.
También hay muchas flores Iris imberbes. Las Iris regulares hacen grandes flores, con sus tallos altos y robustos.
Las variedades enanas crecen mucho más pequeñas, con menos de ocho pulgadas de alto. Son buenas para colocarse en macizos y alrededor de los jardines de roca.
Las Iris se cultivan a partir de siembra y de la separación de la raíz. Las raíces o rizomas, se separan fácilmente y son replantados. El rizoma se parece mucho a una papa fina con raíces por debajo.
Cuando se trasplantan, es necesario separar el rizoma. Asegúrate de tener un poco de raíz y una hoja o dos en cada sección.
Planta los Rizomas cerca de la superficie con las raíces por debajo y dales un espacio a unos treinta centímetros de distancia. Estos espacios se llenarán rápidamente.
La Iris disfruta de pleno sol, pero tolera bien un lugar donde tenga sombra parcial. Su única demanda es contar con un suelo bien drenado para evitar que se pudra la raíz.
La Iris era también la flor favorita de los musulmanes, los cuales las llevaron a España después de su conquista en el siglo octavo.
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