miércoles, 10 de diciembre de 2014

Flor de Lis

La Flor de lis es, en heráldica, una representación de la flor del Lirio. En la heráldica francesa es un mueble muy difundido. Es una de las cuatro figuras más populares de la heráldica, junto con la cruz, el águila y el león.

Se suele representar en color amarillo sobre un fondo azul. Tradicionalmente, se ha representado un campo de flores de lis, dispuestas de forma ordenada. Desde la Edad Media es considerada un símbolo de la realeza francesa.

Uno de los primeros usos de un símbolo similar al de la flor de lis parece darse en la decoración de la Puerta de Istar en Mesopotamia, construida por Nabucodonosor II en el año 575 a.C.

El primer uso oficial de la flor de lis en occidente se remonta al siglo V junto a la expansión de la Iglesia Católica. Los manuscritos antiguos fueron traducidos al latín vulgar por San Jerónimo de Estridón por encargo de San Dámaso I para difundir el cristianismo a la plebe. Esta traducción se la conocería como Vulgata, donde se aprecia el emblema de la flor de lis dibujada en su portada.

Existe la leyenda de la Sagrada Ampolla, la cual cuenta que el día del bautismo y coronación del rey franco Clodoveo I en la Catedral de Reims, llegó desde el cielo, transportada por una paloma hasta las manos del Obispo San Remigio, la Sagrada Ampolla, con un ramillete de lirios conteniendo el óleo para ungir y santificar al rey significando así que su autoridad era de origen divino.

Otro uso conocido de la flor de lis como emblema se remonta al siglo XII, con el rey Luis VII de Francia, quien fuera el primer soberano en incorporarla a su escudo. A partir del siglo XIV, aparece también como emblema de la casa de Lancaster dinastía real inglesa, para enfatizar su reivindicación al trono francés. El escudo de la casa de Lancaster incluye tres flores de lis y tres leopardos pasantes. Catalina de Lancáster nieta de Pedro I de Castilla y abuela de Isabel la Católica fue la patrocinadora del monasterio de Santa María la Real de Nieva en la provincia de Segovia, por eso puede verse allí su escudo con las tres flores de lis.
En el siglo XVI, era símbolo de la dinastía Valois en oro y parte del emblema de las familias nobiliarias tales como los de Candia quienes la portaban en rojo y los Farnesio en azul utilizando seis flores en su escudo de armas.



En 1084, el rey de Castilla y de León Alfonso VI conquistó Madrid. Por aquellos días se sabía que en la muralla de la ciudad se hallaba escondida una imagen de la Virgen. El rey mandó llamar al último superviviente que sabía algo sobre esta cuestión, una mujer llamada María. Por tradición familiar sabía cómo era la imagen pero desconocía el lugar exacto donde pudiera estar. La reina Constanza de Borgoña (tercera esposa de Alfonso VI) la mandó llamar para poder hacer con su descripción lo que hoy se llamaría un "retrato robot". Una vez terminado, ordenó que se añadiera una flor de lis. De esta manera la Virgen de la Flor de Lis fue la primera representación de la Virgen que hubo en el Madrid conquistado. Más tarde se llegó a encontrar la talla escondida en la muralla y es la imagen que hoy se conoce como "la Almudena".

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