miércoles, 18 de septiembre de 2013

El Clavel

El Clavel cuenta con una variedad de 250 especies diferentes. Su nombre y tiene su origen es en la zona mediterránea de Chipiona, Cádiz (es el mayor productor de clavel cortado de Europa).

Es una flor representativa, en especial en los pasos religiosos de la Semana Santa, ya que la flor cortada tiene resistencia y aguante.

El clavel es una planta que requiere mucha luz si queremos que desarrolle flores vigorosas y de buen tamaño. Debe plantarse en un suelo arenoso.

De por sí, es una planta perenne. Su base es leñosa y los tallos llegan a medir hasta 90 cm de altura.

Es una planta rústica por lo que el riego debe ser moderado pero constante, de lo contrario se pueden pudrir los tallos. Requiere de gran aporte de nutrientes, mensualmente en los meses de más frío y durante el verano, al menos una vez por semana requiere una dosis de abono.

El clavel florece entre las estaciones primavera-verano, y lo hace en grupos de 1 a 5 flores. Los pétalos tienen el borde dentados de color rosado y en las especies silvestres suelen ser púrpura.

En los últimos años se ha obtenido una gran ampliación en el rango de colores, por medio de procesos de hibridación. Cuando que hasta el siglo XIX sólo existía el clavel silvestre.

Los claveles hoy en día son una de las más importantes flores de corte en el comercio mundial.

Las condiciones óptimas de conservación de las flores del clavel ya cortadas son:
  • Temperatura de 0-1°C
  • Pre tratamiento con un fungicida contra Botrytis
  • Ambiente libre de etileno. La flor del clavel es altamente sensible a esta fitohormona gaseosa que induce su esencia.
  • Los tratamientos con metilciclopropeno o tiosulfalto de plata realizados antes del almacenamiento en cámara fría, mejoran la conservación de forma sustantiva.
  • Las flores abiertas pueden almacenarse por 2-4 semanas, mientras que los botones florales pueden alcanzar las 4-5 semanas de vida.

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