jueves, 1 de noviembre de 2012

Cempasúchil, mucho más que una tradición

El 2 de noviembre como todos sabemos, se celebra el día de los muertos en México y este día viene acompañado de  un sinfín de tradiciones que lo acompañan cada año.

La Tagetes erecta, conocido mejor conocida como la flor  Cempasúchil, viene a adornar este día especial con sus colores brillantes, símbolo del resplandor del sol que era representado en el mundo Prehispánico como el origen de todo. En náhuatl, su significado es “flor de veinte pétalos”,

Cada flor representa una vida, y tiene como significado que el difunto todavía conserva un lugar dentro de todo lo que nos rodea y que nunca va a ser olvidado por sus amigos y familiares.

Su origen se centra en México; su cultivo se extiende principalmente por los estados de Chiapas, Estado de México, Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Tlaxcala, Oaxaca y Veracruz.

En algunos estados del país como Puebla, este día se celebra con ofrendas de nube y gladiola en vez de la tradicional  flor de  Cempasúchil.

Su altura oscila entre 30 hasta 110 cm. Sus hojas son opuestas, pinnadas, subdivididas en segmentos lanceolados o dentados y ciliados. La flor compuesta es muy aromática y sus tonalidades van del naranja hasta el amarillo. Posee un largo periodo de floración que se extiende durante todo el verano y el otoño.

La llamada “flor de los muertos”, además de funcionar como planta de ornato en estas fechas, también posee importantes propiedades curativas en la que es recomendada para aliviar el dolor de estómago, parásitos intestinales, empacho, diarrea, cólicos, afecciones hepáticas, bilis, vómito, indigestión, dolor de muelas, lavados intestinales y para expulsar gases.

La producción de estas flores inicia en el mes de junio y se comercializa desde mediados de octubre.

Actualmente, la Flor de Cempasúchil, es conocida en muchas partes del mundo como en Francia y los Estados Unidos.

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